Estrenada en enero de 2020, La Casa Búho se ha vuelto un fenómeno que incendió como nunca nuestro afán por la magia. Esto no sería posible sin el estilo que resaltó en Dana Terrace, con todo ese amor ñoño grabado sus líneas, la madurez tras su mundo fantástico, esos personajes tan rimbombantes, entre otros factores; eso sumado a la fuerte influencia de obras como Harry Potter en sus trazados.

La obra en cuestión nos pone en la piel de Luz Noceda, una soñadora jovencita que, tras un incidente en su escuela, encuentra una puerta que la conduce a las Islas Hirvientes, una tierra cargada de magia, pero que desde el inicio le advertirá que nada es como en sus libros de fantasía. A esto se suma la participación de Eda, la Dama Búho, una poderosa hechicera que guiará a nuestra protagonista por este nuevo mundo y sus misterios.

En estas líneas, puntualizaremos los elementos que hicieron a esta pieza tan particular, y que, incluso, hasta superó con creces a su ya mencionado referente.

Una nueva fantasía

Algo en lo que esta premisa resalta, es en cómo va más allá de cumplir un «sueño de niños» e invita a tratar diversos temas con inteligencia y madurez. Todo esto resalta aun más al revisar las constantes referencias de Terrace a sus historias favoritas, especialmente a la mencionada Harry Potter (Rowling, 1997); destaca así lo mucho que su visión fue madurando desde sus años leyendo a Rowling, cosa que no solo proyecta en Luz, también en la escuela de magia que Terrace pinta para su historia: Hexside.

Lo curioso de dicho recurso es su fuerte crítica a los modelos tradicionales de enseñanza, desde lo restrictivo de sus programas hasta los aprendizajes poco significativos. Tales críticas resaltan el peso de volverse adulto en este sistema, y más si tus afanes escapan de lo convencional (como la misma Dana).

Por otro lado, ya que regresamos a Potter, La Casa Búho no solo refleja sus influencias en sus grabados, también los supera. ¿Que cómo? Partiendo con la propia Luz. En el pasado, Rowling enfatizó las gafas de Harry como un símbolo de su humanidad, su vulnerabilidad; por supuesto, no quita que una miopía es lo más simplista que puedes hacer con tu personaje, y Terrace lo recalca desde el minuto uno. Así es como tenemos a una niña que, como muchos, está tan absorta en la fantasía que a menudo recibe reproches. Algo más apegado con el espectador, quien puede sentir más empatía por Luz debido a su situación.

Asimismo, otro elemento que Terrace explora es el tan sobreexplotado género del Isekai, pero dándole las vueltas que este tanto necesita. Primero que todo, recalca que un mundo de fantasía no deja de ser un mundo, con personas que no tienen por qué ser amables contigo; esto sumado a la deconstrucción del mito del «Elegido», que, en palabras de Eda:

Todos queremos creer que somos «elegidos», pero si esperáramos a esa profecía que nos hace especiales, esperaríamos por siempre. Y por eso tú debes ser tu propia elegida.

Disney (2020)

Las declaraciones de Eda, así como la pluma de Terrace, se vuelven un duro golpe contra este plato precalentado que representa al género; porque mientras hay obras enteras estereotipando al «don nadie» que deja su tierra para ser el rey de su nuevo mundo, La Casa Búho aterriza estos conceptos, divorciándose del escapismo para dar paso a la introspección. Este nivel de conciencia, ni la misma Rowling lo trajo a la mesa.

Conclusiones

La Casa Búho es una historia predispuesta a suceder a los íconos de la fantasía juvenil, pero con el crecimiento que estos veinte años han aportado al género, especialmente sabiendo quiénes tienen la antorcha en estos momentos. Empezamos por cosas tan complejas como el sistema educativo, y terminamos en variaciones tan básicas como lo son su tipo de mundo; incluso, con breves parodias que señalan el absurdo que cargó a la fantasía en sus años. Todo esto para presenciar una pieza única, que buscó su lugar en el medio y, como dijo Eda, se volvió su propia elegida.

Del mismo modo, no podemos olvidar la humanización de este protagonista «fantástico», que por parte de Dana pudo ser un segundo Harry. Sin embargo, apeló de forma inteligente al seguidor del género, y en lugar de volverse un «llegar a ser», se convirtió en un «ser»; idea más que bienvenida en un periodo que busca tanto romper los cánones establecidos.

De esa forma, La Casa Búho de Dana Terrace, no solo es de las mejores piezas de fantasía del último tiempo; también, y por lejos, es mucho mejor que Harry Potter. Está en Disney+.

Ezequiel Urrutia

Nació el 11 de Agosto de 1996 en la comuna de San Miguel, pero ha vivido toda su vida por los barrios de Lo Espejo. Egresó en 2015 de Administración de Empresas en el Centro Educacional Alberto Hurtado...

2 respuestas a “La Casa Búho: Como Harry Potter, pero mejor”

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